miércoles, 12 de diciembre de 2012

FELIZ FIESTAS!!!






2º DOMINGO DE ADVIENTO
Lucas 3, 1-6

El tiempo de adviento siempre se ha caracterizado por llamarnos a la conversión. Conversión que significa “cambio en nuestro modo de vivir para que se nos sean perdonados nuestros pecados”  Cfr. Lc 3, 2ss. Cambio y perdón, dos palabras que justifican la venida del Señor. Dios ha tenido desde toda la eternidad un proyecto pensado para nosotros pero a causa de la libertad humana que concedida a cada uno de nosotros, este proyecto con dificultad se realiza pues nuestro orgullo no nos permite concederle a Dios el puesto que le corresponde en nuestra vida impidiéndole que su sueño se realice pronto que es el de ser reconocidos plenamente como hijos suyos. Por este motivo al nosotros comenzar a cambiar lo que hacemos es permitirle a Dios que reine, es cederle libremente el puesto en nuestros corazones para que Él como dueño y Señor de todo lo creado sea capaz de gobernar libremente a su manera. Esta humilde actitud es la clave para que Dios en su infinita misericordia nos abra sus brazos amorosos para acoger  nuestra abismal miseria humana  y la convierta en un redentor gesto llamado del perdón.  

Hna Gloria Ospina  

lunes, 3 de diciembre de 2012


PARÁBOLA DEL SOL Y SU MORRAL

Hna. Pedrangela Alfonso,mc - Comunidad de Pasacaballos

Era una mañana espléndida  y llena de luz, en el firmamento las nubes jugaban sobre el terso cielo  azul, disfrutando el nacer  del  nuevo  día.
Esa mañana,  desde muy tempranito se levantó el sol, echó su morral al hombro y salió a caminar por la  agresiva y enmarañada selva que se encontraba ante sus ojos.  Llevaba en su morral el mejor  regalo del mundo, un regalo que sin duda, haría  felices a todos los habitantes de aquella encantadora ciudad verde.
Hacia la madrugada del día siguiente, entre el claro-oscuro, ya muy  fatigado, se sentó a descansar; mientras tanto, observó que todos los habitantes dormían plácidamente; un silencio sepulcral cubría toda la selva.
De repente un gran alboroto llegó a sus oídos: discusiones, juegos, carcajadas y hasta riñas, como sucede entre nosotros; los de tal ruido eran nada menos que los árboles jóvenes, los juguetones, los que inventa cosas nuevas y que a veces también se equivocan, pero que siempre están listos para todo, como tú y yo.
- “Buenos días” – dijo el sol
 – “Hola!  Bienvenido! ¡Qué te trae por aquí, entre esta escarpada selva llena de bejucos marrulleros, enredaderas y árboles empinados?”, respondió la naturaleza.
 – No  hay  por qué preocuparse, vengo a traer buenas noticias.
- Oh!!! Suéltala para  ver!
Entonces  el sol sacó de su morral, una tarjeta que decía así: -““Soy el Amor,”  llego ésta noche y quiero  celebrar el Ágape de la fraternidad  y de la paz.  Todos están invitados a mi fiesta.”  Y, como un relámpago la noticia corrió,  salió la alegría gritando: Fiesta! Fiesta! Esta noche llega el Amor, todos estamos invitados a  su fiesta.
Muy cumplidas a la cita, llegan de primero, las exóticas flores y sus pequeñas hermanitas, perfumadas y luciendo la belleza y colorido de sus elegantes vestidos.
Felices y cantando, se apresuran manadas de pajaritos que  llenan de alegría con sus trinos tan importante fiesta; aparece en seguida,  la humilde luciérnaga con sus amiguitos  los insectos, mariposas y gusanitos, ofreciendo su pequeña, intermitente y tenue luz.  Finalmente llegan todos los demás animales y seres vivientes: los alejados, indiferentes, sordos y desanimados, ellos también son bien recibidos en la fiesta.
 De repente, irrumpe la señora Luna, viene luciendo su hermoso manto bordado de estrellas, luceros y brillante de jaspe; su presencia inunda de luz la enorme y engalanada sala del banquete. Y, comienza la fiesta! Pero, oh sorpresa! Brindis de luz; comida de alegría, servicio, generosidad, solidaridad, delicadeza, bondad fraternidad, amor,  entrega, paz, obediencia, sinceridad, humildad, altruismo, justicia, buenas relaciones, coherencia, gratuidad…Y una conversación amena, gozosa y delicada.
Y dijo el Amor: Esta es la única forma de ser verdaderamente felices.
Así  quiero vivir con todos los que  amo y con los que me  aman. No existe otro camino que lleve a la felicidad. Adiós! Hasta Pronto!

Hna. Pedrangela Alfonso, mc



sábado, 1 de diciembre de 2012

¡¡¡PREPARARNOS YA Y BIEN!!!

1º DOMINGO DE ADVIENTO
Lucas 3,1-6
Al escuchar atentamente las lecturas de este 1º domingo de adviento  y en modo particular la del Evangelio de San Lucas, nos preguntamos: ¿será tal cual como lo describe la Palabra? o será ¿un lenguaje simbólico? ¿Qué es en verdad lo que el Señor quiere decirnos? Sin lugar a dudas el mensaje está más que claro: ¡tenemos que estar preparados para ese gran momento en el que el Señor llegará!
 Todos aquellos que son estudiantes (y los que ya lo fuimos) son muy conscientes de aquello que les espera para poder culminar sus estudios: las pruebas de toda índole y por esta sencilla razón la preparación es obligatoria, no hay escapatoria. Y bien sabemos quienes son los que se quedan y los que continúan hasta el final, más la diferencia entre el examen de conocimientos y el del cristiano es que en este último  no es posible hacer ningún tipo de trampa, ni mucho menos engaños pues el que dictamina nuestras pruebas nos conoce muy bien, sabe quiénes somos, de hecho es un examen que indaga la conciencia , el corazón y a la misma razón; por consiguiente, la preparación no es de cualquier manera, como también no lo será el examen, pues ha de ser nuestro propio ser interior el que definirá nuestra  situación como bien lo dice la misma Palabra divina: “lo que sale de la boca viene del corazón y eso es lo que hace impuro al hombre…” (Mateo 15, 18 s.s).
Pues bien, esto  es lo que quiere decirnos el Señor para este domingo: ¡Prepararnos ya y bien! Y prepararnos significa en este caso, cambiar nuestros hábitos comunes, aquellos del mundo, para convertirlos en auténticas actitudes cristianas y arraigarnos en la oración para que cuando llegue el GRAN DÍA, nuestro corazón no titubé y pueda estar firme ante la eminente venida del Señor. No sigamos relajados haciéndonos los ingenuos, diciendo quizá:” este mensaje no es para “mi”” (creyente o no), al contrario, es el Señor que nos avisa anticipadamente lo que va a suceder con cada uno; nos informa así como  lo hacen en  un centro educativo dirigiéndose  a sus alumnos y demás interesados: “Atención  profesores y estudiantes del plantel: les comunicamos que los exámenes ya están cerca, por favor estén preparados con los respectivos requisitos que se exigen para poderlos presentar sin contratiempos. Cordialmente: Rectoría”

Hna. Gloria Ospina, mc

“ADVIENTO TIEMPO DE RENOVACION”

 

Con el adviento empezamos un nuevo año litúrgico. Es un tiempo de espera, es tiempo de preparación para conmemorar el nacimiento del Hijo de Dios. El beato José Allamano, fundador de las Misioneras y Misioneros de la Consolata nos anima a vivir este tiempo con estas palabras:
 El Adviento es un tiempo de renovación: aplanemos las colinas   y colmemos los valles, evitando los pecados y poniendo en práctica las virtudes. Preparémonos, animemos nuestro corazón para amar, para que el Señor lo llene de sus gracias. Jesús no viene si no es deseado. Jesús vendrá a nosotros con mayores gracias en proporción a nuestra preparación y a nuestros deseos. ¡Que bueno es el Señor! Él escucha nuestras súplicas y viene habitar en nosotros.”
 

 

viernes, 9 de noviembre de 2012


UN JARDÍN CON MUCHAS Y DIFERENTES FLORES

Este es el título que espontáneamente  me vino al pensar en hacer una breve y sencilla reflexión acerca de la misión de nuestra casa de Espiritualidad ubicada en la calle 170 de la ciudad de Bogotá.
Desde hace unos meses esta casa se volvió centro de encuentros con Cristo como muchos de los que la frecuentan los llaman. Es maravilloso saber que en el año de la fe muchos grupos y personas están buscando en serio este encuentro con el Dios de la vida para que se haga realidad lo que dice el Papa Benedicto XVI en la carta apostólica con la que se convoca el año de la fe: “No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta”; esta experiencia la hacemos a diario viendo  y sintiendo la verdadera riqueza  de la Iglesia que con sus diversos carismas,  personal y grupal hacen que este jardín sea cada día más lindo por su variedad y su armonía en medio de la diversidad.

Aquí en esta casa se encuentran diversos grupos para beber de ese pozo y para encender esa luz en  la única y verdadera luz que es Jesús de Nazaret, este Hombre que se hace niño con los niños, joven con los jóvenes, adulto con los adultos  y sobre todo que recorre la historia con todo aquel que se deja acompañar. Es impresionante ver tantas personas de diversas edades  frecuentando este lugar de silencio y oración, con frecuencia pasan fines de semana en el silencio  dejando todas las preocupaciones de la vida para ir a parte y “descansar un poco”; estoy convencida de lo que dice el Beato José Allamano nuestro Fundador: 
“El bien hay que hacerlo bien sin ruido” mucho bien en el mundo basta estar en estos lugares y ver cómo personas, que después de una semana de trabajo o estudio, dedican el fin de semana al encuentro personal con Cristo. De ésto siento la urgencia de agradecer a Dios y pedir para todos bendiciones especiales.
Como Misionera no puedo dejar de lado  la dimensión que nos caracteriza en la Iglesia, la  dimensión de Consolación; somos Misioneras de la Consolata y estamos llamadas a ir por el Mundo llevando el Consuelo a todos aquellos que lo necesitan y hoy más que nunca el mundo necesita de Consuelo, ese Consuelo es Jesús el Hijo de María.
Hago también una invitación  a los jóvenes que están cerca de Cristo para que se pregunten: qué puedo hacer para que Jesús sea conocido y amado por muchos? Es posible que sientas en el profundo de tu ser la necesidad de arriesgar tu vida por la causa del Evangelio; pues sepa que  en las misiones hay un puesto para ti. Arriesga tu vida lo único que tienes valioso; Abraham arriesgó su hijo único y ahí Dios le hizo ver su grandeza.


SI QUIERES, LAS HERMANAS MISIONERAS TENEMOS UN PUESTO PARA TI.

Hna. Rubiela Orozco Gómez Misionera de la Consolata.




martes, 30 de octubre de 2012


Venerable Irene Stefani:

“Caminante por amor… y con amor”



“Toda la historia de la Iglesia está marcada por la vida de hombres y mujeres que con su fe, con su caridad y con su vida han sido faros para muchas generaciones y lo son también para nosotros…Los santos han dejado que Cristo aferrara tan plenamente su vida, que podían afirmar como San Pablo: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi” (Galatas 2,20).[i]
Como cristianos necesitamos no solo la intercesión de los santos en nuestras necesidades sino también inspirarnos en su ejemplo para llegar también nosotros a esa santidad a la que todos somos llamados en virtud de nuestro bautismo.


Es por eso que en esta ocasión queremos presentar la figura de Sor Irene Stefani, una Misionera de la Consolata que ante los ojos de muchos ha quedado desconocida por años, pero que en el ámbito de la misión, donde vivió y entregó su vida, y entre los Misioneros, Misioneras y Laicos de la Consolata su memoria ha permanecido siempre viva. 
Su vida, sin embargo,  ha suscitado  en estos últimos tiempos, mucho interés y simpatía y esto es natural que ocurra en el diseño de Dios, que tiene sus tiempos y sus horas para sacar a la luz la vida de sus santos.
¿Cuál es entonces el secreto de la atracción que Sor Irene ejerce en nuestros días? Se trata del reconocimiento que la Iglesia hizo, a través  del  sumo Pontífice Benedicto XVI, cuando  firmó el decreto que atestigua que Sor Irene Stefani vivió “en modo heroico las virtudes teologales de la Fe, Esperanza y Caridad hacia Dios y hacia el prójimo, así como las virtudes cardinales de la prudencia, la Justicia, la templanza, la fortaleza y las virtudes relacionadas con estas” y por lo tanto podemos recurrir a su intercesión y honrarla con el título de Venerable. 

La venerable hermana Irene Stefani es para toda la iglesia un don inmenso, porque toda su vida fue un camino de amor sin límites, sin medida, un amor que ella misma le pedía como don al Señor y que luego compartía con cada persona que se le acercaba con dulzura, respeto, caridad y con total olvido de sí misma.   
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
La vida de esta Misionera de la Consolata, está llena de actos de heroísmo que sorprenden, pero su verdadera grandeza no está solamente aquí. También los actos heroicos se pueden hacer de muchas maneras, hasta en forma estrepitosas sin ser santos, mientras que  Sor Irene  realizó gestos habituales y heroicos en una  forma silenciosa, haciéndose reconocer por los africanos como una de ellos, con un corazón de madre, lleno de ternura y partícipe de sus situaciones, por eso la llamaron 

“Nyaatha”, que en lengua kikuyu quiere decir: madre toda amor y misericordia


La hermana Irene Stefani había nacido en  Anfo - Provincia de Brescia – Italia,  el 22 de Agosto de 1891; ella fue una de las primeras jóvenes que entraron en la comunidad religiosa de la Misioneras de la Consolata, fundada en Turín en  1910 por el Beato José Allamano. A los 20 años cautivada por el ideal misionero quiso dar respuesta a la llamada del Señor a esta vocación: consagrar su vida toda a la misión.

El 28 de diciembre de 1914 salió para las misiones en Kenya (África), donde la evangelización estaba todavía en los inicios y eran escasas las escuelas y los servicios de salud, allí  ya estaban presentes los Misioneros de la Consolata y  también habían llegado las primeras Misioneras en 1913. En África vivió la caridad hasta el heroísmo. Durante la I guerra mundial (1915-1918) que involucró también a África, a causa de las colonias inglesas y alemanas,  fue enviada con otras Misioneras como enfermera en los hospitales militares de Kenya y Tanzania donde se asistía a los heridos de guerra,  atendió a muchísimos enfermos haciéndose sierva, madre y hermana de todos, entregándose siempre con inmenso amor. En estas circunstancias muchos pedían el bautismo antes de morir; Sor Irene, como atestiguan sus hermanas de comunidad alcanzó a bautizar a 3.000 personas. Después de la guerra fue destinada a la misión de Ghekondi (1920-1930) donde se respiraba  un ambiente reacio a causa de los  prejuicios tribales. Allí su vida, durante diez años  fue un continuo peregrinar, subiendo y bajando velozmente por las colinas Kikuyu (tribu que acompañaba en Ghekondi) llevando siempre  la luz del Evangelio. Caminaba rezando el rosario y calzando unas botas incómodas que aun hoy día se conservan como  reliquia suya.


Mujeres, hombres y niños la querían tener cerca, aunque si ella no tenía nada para dar, lo único que  llevaba consigo era la consolación  que ofrecía a quien la necesitaba.  Por 10 años fue catequista y evangelizadora férvida  e intrépida que vivió la alegría de llevar a todos el anuncio de Jesús, Hijo de Dios hecho hombre y salvador del mundo. Era también enfermera, maestra, y anunciaba la Palabra de Dios ayudando a  las pequeñas comunidades cristianas  a crecer en la fe; promovía la educación de la mujer, haciéndola sentir digna; en sus tiempos libres visitaba las familias en sus casas buscando personas a quien consolar: madres en dificultad, ancianos a los cuales llevaba su ayuda y la palabra de Jesús, siempre sonriente, a todos quería bautizar cuando lo pedían en ausencia del sacerdote. En tantos años en África la hermana Irene fue medio y testigo de muchas conversiones.

EL SACRIFICIO DE LA VIDA

En octubre de  1930, frente a las inmensas necesidades de la evangelización,  quiso ofrecer su vida por la misión, dos semana después asistiendo a un enfermo de peste quién muriera en sus brazos,  se contagio del mal que el 31 de octubre la condujo a la muerte. En su delirio en las últimas horas repetía en la lengua Kikuyu el mensaje de la Salvación. Tenía 39 años. Su programa de vida se puede resumir en estas palabras que fueron encontradas escritas en su libreta de propósitos: 


" ¡Jesús solo!, 
todo con Jesús…. 
Toda de Jesús… 
todo para Jesús, 
nada para mí ,
 haz esto y vivirás”.





La Hermana Irene Stefani  hizo propia el ansia del apóstol Pablo: “ Ay! De mi sino evangelizo”   ( 1Cor 9,16). A su muerte los africanos  afirmaron “No fue la enfermedad lo que le quito la vida, ella murió de amor”.
El ejemplo de la hermana Irene Stefani la iglesia lo propone hoy a todo el pueblo de Dios. La figura de esta grande evangelizadora se convierte en modelo para nuestros tiempos porque la actividad misionera representa  el máximo desafío para la iglesia como lo afirmó el Papa Juan Pablo II en la Redemptoris Missio, No 40: “La actividad misionera representa aún hoy día el mayor desafío para la Iglesia. Mientras se aproxima el final del segundo milenio de la Redención, es cada vez más evidente que las gentes que todavía no han recibido el primer anuncio de Cristo son la mayoría de la humanidad”.
 Sea nuestro compromiso cotidiano anunciar el evangelio como la Hermana Irene y como tantos misioneros religiosos y laicos  que dan testimonio de Cristo hasta el martirio.


[i] Benedicto XVI. Audiencia General 13 Abril 2011

jueves, 25 de octubre de 2012

Misioneras de la Consolata: signos de consolación
Si consolar es anunciar a Jesús, consolar es llevar su palabra de vida, consolar es cumplir la misión universal encomendada por Jesús a todo bautizado: “Id por el mundo entero y bautizad…”
Nosotras misioneras de la Consolata, tratamos de hacer vida lo que es la voluntad salvífica de Dios, siendo signos de  consolación, mediante  diversas expresiones según los lugares y culturas donde nos encontramos; veamos brevemente como lo vivimos en cada continente donde estamos presentes.
En un lugar de oración de Europa, en el santuario de la Consolata en Turín, un hombre de Dios, el beato José Allamano, iluminado por el rostro consolado y maternal de María, da origen a nuestras dos Familia de Misioneros y Misioneras de la Consolata. Desde ese lugar irradia y se irradiará la Consolación al mundo entero a través de sus hijos e hijas, hoy día también contamos con laicos misioneros de la Consolata.
Aquí en Europa somos signo de consolación a nivel de comunidades parroquiales y diocesanas reavivando la fe que con el pasar del los siglos se ha ido opacando. Damos respuesta a necesidades concretas de la sociedad actual de este continente, tales como el rescate de la dignidad de la mujer afectada por el mercado sexual y donando esperanza a los inmigrantes quienes son tratados como una amenaza y se encuentran sin la protección de la ley.


Hna. Arelis en Tanzania


En África  que fue el primer continente en recibir el primer anuncio del Evangelio por parte de los misioneros y misioneras de la Consolata,  damos especial atención a la promoción integral de la mujer, de la infancia y la juventud. Hoy constatamos con alegría, como varias personas que han recibido el don de la fe en Jesucristo, han salido ya para otros lugares del mundo a llevar los signos de consolación; al estilo de María Santísima.

Hna. Ines en Roraima- Brasil con los indígenas Yanomami


El pensar en nuestro continente americano, evoca el sueño misionero contemplado por el Beato José Allamano: “Algún día iréis a América”, son sus palabras. Hoy en día nuestra labor misionera en América prioriza el camino de anuncio y consolación entre los grupos étnicos: Indígenas y Afroamericanos.

Es Asia el continente privilegiado en la actualidad, para el primer anuncio. Un pequeño grupo de misioneros y misioneras de la Consolata, sin poder tener autorización del gobierno para un espacio especifico del anuncio de Jesús, se hacen evangelio vivo en medio de este pueblo con su vida de oración y entrega, entrando en dialogo con las grandes religiones no cristianas.

Hna. Omaira en Mongolia
Terminado la vuelta por el mundo, Oceanía es el continente donde sin duda algún día iremos en un futuro no muy lejano para recibir de ellos su riqueza espiritual y compartir con ellos el mensaje de Jesús. Es así como las misioneras de la Consolata a través de la vivencia de nuestro carisma tratamos de descubrir el rostro de Cristo en medio de las culturas, atentas a los signos de los tiempos.

lunes, 15 de octubre de 2012

GRACIAS !!!
 
 En el marco de la conmemoración del 22º aniversario de beatificación de nuestro padre fundador, las Misioneras de la Consolata , Región Colombia, dio la bienvenida al nuevo consejo regional que nos acompañara por el próximo trienio ; pedimos a nuestra madre Consolata acompañarlas, guiarlas en este camino que inician; al tiempo agradecemos el amor, donación, disponibilidad y servicio de las hermanas que hicieron todo lo posible para el bienestar de nuestra región en este período que concluyó, que el Dios de amor les bendiga en sus nuevas actividades.!!!
 
 
 
 

UNA VIDA DONADA EN LIBERIA - ÁFRICA


 

La Hermana Mercedes Verján, recién llegada de África Occidental, nos cuenta algo de lo que fue para ella su experiencia de misión en Liberia.  Así se expresa la Hermana:
“Siento plena satisfacción en poder decirles que seis años de misión en Liberia (2006-2012) fueron para mí: vida, nueva vida, calidad de vida  gracias a la Buena Nueva donada y recibida con la gente que tuve el privilegio de encontrar, empezando por los Laicos Misioneros de la Consolata y las Hermanas de nuestra Delegación a quienes aprecio grandemente y me hacen mucha falta. Y, de manera muy especial, fueron los más pequeños del pueblo Liberiano -niños de 3 a 6 años- los que me dejaron marcada. Con ellos, particularmente me queda una grande deuda de gratitud.





El niño llega  al “atrio” (así llamamos al lugar donde tiene lugar esta catequesis) con un valor cultural, herencia genuina del  Africano auténtico, que facilita enormemente todo el proceso de la formación religiosa: su capacidad de compartir, desde  las cosas más mínimas y aparentemente  insignificantes en lo material, hasta lo más grande y esencial en lo espiritual. El contexto solidario, social, colectivo, comunitario que el niño vive en su propio ambiente es tal, que se diría que para ellos el “yo” no tiene sentido; sí lo tiene en cambio el “nosotros” que, en lo práctico se traduce en acogida mutua, tal como son;  confianza, respeto, obediencia al grupo, celebración, fiesta, presencia de Dios. ¿ No es todo esto fundamento de de Vida Cristiana que enriquece a la misionera más de cuanto ella puede  dar, y que bien vale la pena vivir?   ¿Si esto no es calidad de vida, entonces qué lo es?”




 

domingo, 7 de octubre de 2012

“Padre, guía nuestros pasos…”


Hoy la Familia de las misioneras y misioneros de la Consolata,  celebramos con grande alegría el 22º aniversario de la beatificación de  nuestro padre fundador José Allamano. Nos unimos en espíritu de familia como así el nos soñó, a todos y cada uno de los misioneros, misioneras  y laicos,  que han  dicho si, al seguimiento de Cristo, a través de la misión- consolación impulsada por el Allamano.
José Allamano  fue beatificado el 7 de octubre de 1990 por Juan pablo II, quien selló con su autoridad el reconocimiento tributado en vida y después de su muerte, con diferentes apelativos: “santo de la Consolata”, “padre providente”, “formador y maestro del clero”, “sacerdote para el mundo”. Durante la homilía de beatificación, el Papa, entre otras cosas, dijo:”En el momento en el que es incluido entre los beatos, José Allamano, nos recuerda que para permanecer fieles a nuestra vocación cristiana es necesario saber compartir los dones recibidos  de Dios con los hermanos de todas las razas y de todas las culturas; es necesario anunciar con coraje y coherencia a Cristo a todas las personas que encontremos, especialmente a los que aun no lo conocen”.
En su testamento, José Allamano dejó escrito a los misioneros y misioneras palabras de aliento, que seguramente se pueden considerar como dirigidas a todos los que desena seguir su espiritualidad misionera: “Por ustedes he vivido tantos años, y por ustedes he consumido bienes, salud y vida. Espero que, al morir, pueda convertirme en su protector desde el cielo”.

sábado, 6 de octubre de 2012

LOS NIÑOS TIENEN UN HOGAR 

Hola mis queridos lectores, déjenme presentar, mi nombre es Omaira Buendica Morales, soy Misionera de la Consolata en Mongolia, un país Asiático, un país cuya población es cerca de 2´500.000 habitantes, aquí se habla el Mongol como idioma oficial y lo más desafiante que encuentro aquí es el clima…bueno pero no deseo hablarles de estas detalles tanto estos datos los pueden encontrar en el internet con mayor precisión. Yo vengo a contarles sobre mi experiencia aquí en la misión de Arvaikheer que es cerca de 450 km de la capital Ulan-Bator. En este pedacito de tierra mongola hemos logrado organizar un hogar para los niños, nuestra motivación para este proyecto ha nacido porque muchas familias están divididas por el gran problema del alcohol y eso desafortunadamente lo viven a diario nuestros niños. Es triste ver que los padres se quedan en casa durmiendo porque la noche anterior han estado bebiendo, por lo tanto los niños no tienen nadie que se haga cargo de ellos el día siguiente, por esta razón muchos de los casos que se presentan aquí son de maltrato físico, de soledad y por ende se tornan agresivos e “inmanejables” no experimentan amor ni la dulzura de una caricia. Cuando los Misioneros y Misioneras de la Consolata vinimos a este lugar hemos visto la realidad de los pequeños y pensamos hacer algo, así que hemos iniciado con un programa para después de la escuela, entonces nos hemos dividido por días entre padres y hermanas para atenderlos y darles lo que quizás en casa no reciben. Como ya les había mencionado el problema aquí del frio, es una situación que se inicia desde septiembre y va hasta mayo, por eso lo primero que hemos pensado es ofrecer un lugar calientito donde ellos se sientan bien y protegidos; nuestro lugar es una Guer o casa tradicional móngola, un lugar fácil y rápido de calentar ya sea con leña o carbón. Después pensamos que sería bueno que ellos vinieran a hacer sus tareas de escuela aquí, ya que en sus casitas no tienen tanta comodidad ni facilidad para calentarla durante el día, también porque algunos padres no permanecen en casa. De manera que los niños vienen, hacen sus tareas y después tienen un tiempo para jugar y compartir. Hemos puesto a disposición de ellos diferentes juegos didácticos que les proporcionan la posibilidad para interactuar entre ellos, aprenden a relacionarse con amor, delicadeza y respeto, es decir es una educación en los valores que ellos no ven, no aprenden, no sienten en casa. Cuando los niños llegan les damos la bienvenida con los brazos abiertos y un beso, ellos al inicio eran fríos ante estos gestos de cariño, pues no estaban acostumbrados a estas expresiones dulces pero poco a poco han ido experimentando que entre nosotros ellos tienen un hogar donde se les acepta y ama aprendiendo a ser los niños más adorables. Después del juego les ofrecemos una merienda o una comida que contiene todos los nutrientes necesarios para su crecimiento, en ciertas ocasiones les brindamos algunas vitaminas. Por eso cuando tengamos la oportunidad de abrazar, amar y educar a un niño no pensemos que estamos perdiendo el tiempo, al contrario estamos ayudando a formar a un adulto y padre o madre del futuro. Dios les bendiga y recen por nuestra misión de Mongolia.




Hna Omaira Buendica con los niños



jueves, 13 de septiembre de 2012

ENTREVISTA
Hna Gloria Elena López entrevista a Sor Teresinha Víctor

¿Donde naciste?

Me llamo Hna Teresinha Víctor, hija de Víctor Liguni y de Paulina Analala, nací el 27 de Noviembre de 1966, en Cabo –Delgado provincia norteña de Moçambique- África.

¿Cómo nació tu vocación?
Mi vocación religiosa y misionera nace como acción de gracias a Jesús por la vida cristiana recibida, la cual me sentí llamada para transmitir y compartir con los demás hermanos.

En el año 1985 participaba en la catequesis para la confirmación y fui confirmada ese mismo año, después me fue confiada la formación de los niños que se preparaban para ser bautizados; servicio pastoral que realizaba después de salir del trabajo.

En aquella época también participaba en el grupo juvenil de la parroquia, donde tuve el encuentro con algunas jóvenes que eran aspirantes de una comunidad religiosa local. Siempre que iba al grupo juvenil y veía aquellas aspirantes se me inquietaba el corazón.

Un día durante el descanso en el colegio, pregunté a la señora Juliana, una laica muy comprometida en la parroquia, sobre cuáles eran los requisitos para una joven ser religiosa, ella me dijo que bastaba que me sintiera llamada, y la disponibilidad de responder. Me preguntó si yo quería ser religiosa consagrada, le respondí que no, solamente me sentía inquieta, entonces ella me indicó a otro laico de la parroquia que era el responsable de la comisión vocacional y éste me integró en el grupo.

Yo iba escuchando las charlas que se hacían, me sentía muy feliz y la inquietud aumentaba más, me nacían muchas preguntas, como por ejemplo a cerca de mi trabajo y la ayuda monetaria que estaba brindando a mis papás porque la tierra producía la comida, pero no había mucha posibilidad comercial para venderla y el dinero se requería para suplir otras necesidades.

Luego de sortear algunas dificultades me animé a decir al Señor “Sí, yo quiero seguirte”. Conocí algunas comunidades religiosas y al fin me decidí por las Hermanas Misioneras de la Consolata cuyo carisma me cautivó, después de escuchar a una hermana que me habló de él y me dio algún material para leer.

Por fin entré en la comunidad y realicé las primeras etapas de formación como religiosa misionera en mi país, Mozambique; después de mi primera profesión salí por primera vez para Italia para continuar con la formación religiosa. Terminado este periodo regresé a Mozambique donde me dediqué a la formación de los catequistas al nivel parroquial y arquidiocesano.

En el año 2002 fui destinada a Colombia y actualmente trabajo en Bocachica (en la isla de Tierra bomba, costa atlántica) en la formación de líderes de las comunidades es decir, ministros extraordinarios de la comunión, catequistas, jóvenes, lideres de las pequeñas comunidades eclesiales, animación litúrgica. Todas estas actividades tienen como énfasis la cultura afrocolombiana, es decir, hacemos una evangelización inculturada en la realidad afro y con los afros.

Mi deseo es seguir acompañando los procesos de fortalecimiento de la identidad cultural, para que los afrocolombianos puedan seguir creciendo cada vez más como un pueblo que camina hacia la liberación de todas las nuevas formas de esclavitud que se presentan.

Hna. Teresihna Victor






lunes, 10 de septiembre de 2012

¿VOCACIONES? SI HAY DIOS SIGUE LLAMANDO!!!
Dios sigue llamando a muchos hombres y mujeres que quieran donar totalmente su vida por la causa del reino.
¿Te gustaría iniciar esta aventura?
Si estás interesado en conocer sobre la vida sacerdotal o religiosa.. te puedes comunicar con las hermanas misioneras de la Consolata o con algún sacerdote o religiosa que te pueda orientar... Cristo el Señor necesita de tí...si sientes el llamado no dudes en responder con prontitud.
“El Señor me llama hoy no sé si me llamará  mañana”  (Beato José Allamano)

 Los Signos de la vocación
Entre los varios signos vocacionales que podríamos analizar, vamos a ver tres de los más importantes.

La atracción
La base de toda vocación es la personalidad del llamado, sus cualidades, sus condiciones, sus inclinaciones su carácter. Cada uno nace con unas posibilidades que le son propias, pero también con unos límites que condicionarán, sin duda, su elección vocacional.
Mozart, el genio Austríaco de la música clásica, era nulo en las cuestiones prácticas, especialmente en la contabilidad. Hubiese sido un pésimo gerente de banco. Su inclinación natural la llevó desde niño a interesarse por la música y a irla descubriendo como su verdadera vocación. Así ocurre con todas las vocaciones. La atracción que siendo por un determinado estilo de vida, por una profesión,  sin duda un elemento importante a tener en cuenta a la hora de discernir mi vocación, aunque no sea el único elemento. Algunos suelen decir: Me atrae el trabajo que hacen los misioneros, me gusta su estilo de vida; quería ser como ustedes….”
Aunque la vocación misionera no sea un asunto de gustos, sino de fe en Dios y de solidaridad con el que sufre, no podré decidirme por ella si no siento una cierta atracción, que me permita decir un momento dado: Esto es lo mío.

viernes, 17 de agosto de 2012


SIGNOS DE ESPERANZA Y CONSOLACIÓN

A  lo largo de su recorrido entre  Judea y Samaria Jesús iba encontrando toda clase de personas:  la samaritana, el ciego de Jericó, Zaqueo, Mateo, la mujer Siro Fenicia, etc. encuentros significativos  iban generando cambios en las personas que se sentían tocadas e interpeladas por el maestro.

En estos días, viajando de Florencia a San Vicente en taxi entablamos conversación con el conductor quien al poco tiempo dijo que me conocía y pronunció mi nombre. Me causó sorpresa y le pregunté ¿dónde me conoció?

Nos habíamos visto hace unos seis años en la última vereda ubicada antes de la desembocadura del río Caguán. Hablamos de los misioneros/as que por allí estuvimos, hablamos de nuestra experiencia de Dios en estas tierras inhóspitas y recordamos tantas personas que en común conocimos.

Dos sentimientos me invadieron: por un lado la alegría de verme reconocida; no sólo como la hna María sino más bien como representante de una Iglesia que en estas tierras y ríos busca ser presencia del Reino y por otro lado la tristeza al escuchar que personas amigas han terminado sus matrimonios y se han unido con otros y otras; personas conocidas han sido secuestradas o asesinadas; personas que han cambiado de religión y ahora ya no creen en la Iglesia Católica ni en ninguna otra.

Termino preguntándome ¿qué queda después de tanta entrega, sacrificio y tiempo dedicado a nuestra gente? La dinámica del Evangelio nos estimula a sembrar sin esperar frutos, a dejar que el Espíritu dé vida y conduzca la historia de cada uno, porque Dios es Padre de misericordia y tiene su hora para llegar al corazón de sus hijos. En sus manos coloco estos nueve años vividos a lo largo de los ríos Caquetá y Putumayo, a tantas personas que en ese tiempo encontré.

Nuestra vida misionera es hecha de ENCUENTROS y estamos llamadas a dejar en cada uno de ellos signos de esperanza y consolación.

Hna Maria da Graça Amado




lunes, 6 de agosto de 2012

“Id y haced discípulos a todos los pueblos”


 En preparación a la “Jornada mundial de la juventud”,  que se llevará  a cabo en julio de 2013 en Río de Janeiro – Brasil; los jóvenes de la parroquia de “Nuestra Señora de la Sabiduría” y su arciprestazgo, pertenecientes a la Zona Pastoral del Espíritu Santo en Bogotá, han recibido la visita de la cruz de la Jornada .
Jóvenes cargando la Cruz peregrina

El 28 de julio, se han reunido alrededor de unos 60 jóvenes   de las parroquias de Nuestra Señora de la Sabiduría, San Esteban Protomártir, San Ireneo, San Pablo, Santa Isabel de Hungría y  Santa Rosa de Lima, quienes con gran ardor en el corazón  desean  ser discípulos  y misioneros que escuchan el mandato del Maestro: “Id y haced discípulos”.
Esta noche en la vida de estos jóvenes, tuvieron eco las palabras del Beato Juan Pablo II, quien el 22 de abril de 1984 finalizando el Año Santo, después de cerrar la Puerta Santa, entregó esta cruz a los jóvenes del mundo diciendo:
“Queridos jóvenes,  al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”
Alrededor de la “Cruz peregrina” , hubo oración, reflexión, música, dinámicas, compartir fraterno y con seguridad un “SÍ” generoso de parte de estos jóvenes para configurarse con Cristo vivo y anunciarlo con sus vidas, siendo y  haciendo discípulos donde quieran que vayan.

Parroquias participantes

Momento de reflexión

...."alabando al Señor con danzas"

¿Y tú que estas esperando para ser discípulo?